Más que interesada en la vestimenta que llevara Putin, ya sabéis que si el presidente ruso se cotiza en imagen es por sus destapes de torso más que por otra cosa, estaba deseando ver el chándal del viejo Fidel Castro. Al verse obligado a sustituir la guerrera verde por ropa deportiva por prescripción médica en 2007, el líder comunista ha impuesto el chándal como atuendo claseobrerista por excelencia. Para su encuentro con Putin, se ha decantado por combinar una chaqueta blanca con pantalón negro de la firma Adidas. Además, como en alguna de sus escasas apariciones, el look se acompañaba de una camisa de cuadros de leñador. Con todo, la estampa se antojaba como la de un maléfico banquero al que un día de Navidad se le ablanda el corazón y acaba perdonándole la deuda a un humilde anciano. El del medio, más que el traductor parece el contable o el notario.