Supongo que la presencia e intervención de la ministra de trabajo en la inauguración de la nueva sede del Instituto Superior de Empresas de Moda de Madrid (ISEM) vino impuesta. Porque si alguien me demuestra que la invitación fue por la santa voluntad de cualquiera de los empleados de esta escuela, es para desmatricularse de inmediato. Y no solo me parece una locura que Fátima Báñez se atreva a pronunciar la palabra «moda» tan alegremente ataviada con sus habituales fachas, también que con cinco millones de parados a sus espaldas, haga suyos a los emprendedores en general, y a los del sector textil en especial. Y aunque yo tenga cierta debilidad por el fundador del imperio Inditex, creo que Báñez se excedió en citar durante su discurso a Cristóbal Balenciaga y Amancio Ortega en la misa frase. Lo siento, pero hay cosas que no casan: ni Cristóbal con Amancio ni Báñez con moda y trabajo.
El colmo, por cierto, fue reiterar el compromiso adquirido por el Gobierno y recordó las medidas que desde Moncloa se están adoptando para que el emprendimiento sea una realidad en el país. Que me las cuenten…
PD. Gracias a José por advertirme de tan curiosa noticia.
Es para carcajearse …Una representante de la «antimoda» hablando de moda.
Tienes razón, Balenciaga, genio del diseño y Amancio de empresa. Yo admiro a los dos, pero por separado.