El traje aymara y la chompa, confeccionados con alpaca, le han otorgado a Evo Morales fama mundial. El presidente boliviano jamás ha usado corbata salvo para la foto de estudiante y cuando se ganaba la vida trabajando para una banda. También colecciona ponchos que le regalan sus seguidores y con los que pretendió justificar que su fortuna se hubiera triplicado en tan solo seis años de gobierno: «¿Qué culpa tengo yo? Si el pueblo me regala, el patrimonio seguirá creciendo. Calculo que estos ponchos tejidos cuestan unos 200 dólares cada uno porque son artesanales. En casa debo tener medio millar». BSO A lo loco por Celia Cruz y Jarabe de Palo
Espejo de Marx, ¿la izquierda no puede vestir bien?