Tinte de cabello agresivo, maquillaje exagerado, firmas y joyas de lujo, colores llamativos y diseños demasiado sensuales… Al igual que Evita Perón (quien enfundada en abrigos de piel les gritaba a los pobres «algún día vestirán prendas como éstas»), Cristina Fernández es la excepción a la regla que dicta que la ostentación en política no es bienvenida. Ayer la presidenta argentina conseguía una arrolladora victoria en las urnas con más del 50% de los votos. Según la oposición, «la reina del botox» (como la llaman sus enemigos) no se ha quitado el luto en toda la campaña para explotar al máximo su imagen de viuda de Néstor Kirchner. Supongo que su admirada Evita hubiera hecho lo mismo si el primero en desaparecer hubiera sido Juan Domingo Perón. El muerto al hoyo y el vivo a la Casa Rosada.

Cristina Fernández es felicitada por su hijos (también vestidos "debidamente" de negro). No quiero ser mala pero el estilo de la hija me recuerda al de las hijas de ZP.
Me imagino a «k» recién levantada de la cama y solo con la cara lavada. Es cierto, todo en ella es exagerado pero es que los argentinos también son exagerados. Os acordáis de lo que gritaba toda Argentina !Perón, Perón, puto o ladrón, lo queremos a Perón ! Dentro de cuatro años seguro que la sacan a patadas.