Aunque sus palabras de amor a Camila perturbaran mi infancia, es justo reconocer que actualmente nadie supera en sofisticación indumentaria a Carlos de Inglaterra. Para dar comienzo a la Semana de la Moda en Londres, y al igual que hace SamCam con la de mujer, el príncipe ofreció una cena en el Palacio de St. James y dio la bienvenida a los profesionales del sector que se encuentran estos días en la capital británica. Consciente de que ocupa siempre los primeros puestos de las listas de los mejor vestidos, el príncipe de Gales decidió restarle importancia al asunto recordando que él solo apuesta por fórmulas clásicas: «Soy como un reloj parado». Fiel a su hábil adaptación de Savile Row, el traje que lució (con chaqueta de doble botonadura) era de Anderson & Sheppard; la camisa, de Turnbull & Asser y los zapatos negros de Lobb. Además, corbata y pañuelo. El mejor representante de un gentleman.
Pues que siga parado el reloj porque vamos, ¡le va estupendamente! Para mi es uno de los hombres mejor vestidos del mundo. Lástima que el físico no acompañe mucho si no sería la bomba. Aunque me temo que a él no le hace ninguna falta.