El govern català y Heineken

Lo de las pasarelas de moda pública en este país no tiene razón de ser y menos en los tiempos que corren. Pero hoy prefiero no empezar el día enojándome por tal circunstancia y sí echando unas risas. Ayer, en la inauguración de la 080 Barcelona Fashion (plataforma supuestamente creada para diseñadores emergentes y que abre con la colección de «la recién nacida» Mango), acudieron a dar su apoyo el president Mas; Felip Puig como nuevo conseller d’empreses (ojo, ha cambiado la porra por una corbata de colores… igual de dañina); la presidenta del parlament Núria de Gispert con su dignidad reflejada en su chaqueta; y el alcalde de la Ciudad Condal, Xavier Trias, entre otros. A todos ellos, defensores a ultranza de la marca Catalunya, no les importó ni lo más mínimo posar con el patrocinador de la fiesta: la cerveza Heineken. Los socios de ERC en el camino por la soberanía propia, no brindaron con cava ni con vino del Priorat. Ni siquiera con una Estrella o una Moritz, no. El equivalente a tal tremenda desfachatez, aunque ésta es peor porque es pública, la encontramos en las instantáneas de Joan Laporta hace un par de años amorrado a una botella de champagne Moët durante sus vacaciones. Una vez más, los complementos desvelan las más tremendas incongruencias.