El anuncio del nacimiento del bebé real por parte del primer ministro británico está trayendo cola. Si ayer nos hacíamos eco de los comentarios en las redes sociales que insinuaban que a David Cameron se le había caído un diente (más bien es que los tiene separados), hoy nos fijamos en el guiño patriótico que tuvo el líder de los conservadores para anunciar la buena nueva. Las mangas de su camisa se abrochaban con unos gemelos especiales adornados con la bandera inglesa.