Aunque la meteorología mande lo contrario, es tiempo de procesiones. Y ahí va también el político, a la caza del favor divino. Ayer le tocó el turno a la presidenta de Castilla-La Mancha que se animó a llevar a hombros la imagen del Cristo de la Caridad en Ciudad Real (será que en su tierra, con tanto recorte, no marchan tallas). El atuendo de costalera de la secretaría general del PP consistió en un pantalón marrón, chaqueta cruzada azul marino, pañuelo over size a rayas y cola de caballo (en la cabeza…). Ni rastro de la mantilla. Con lo bien que le queda. Banda sonora
Pero, por dónde pasean al cristo ese? ¿Por un aparcamiento?