Sabes que te quiere de verdad si te mira así…
Acaba de ser coronado por segunda vez el hombre más poderoso del mundo y te hace una reverencia (estoy a tus pies).
Invades su espacio vital (vamos a ser uno), le susurras algo al oído (intimidad) y sonríe (le encanta la idea).
Si lo pillas admirando (me gustas) una parte de tu anatomía.
Si te presta su chaqueta (te doy todo lo que tengo) para que no pases frío.
Comparte contigo su helado (lo más bueno que tengo) y te da de comer (me lo quito de la boca para dártelo a ti = amor verdadero).
Te abraza por la espalda (soporte, ayuda, confianza, estoy aquí…).
Te abraza de lado (estoy orgullos@ de ti).
Es tu mejor asesor: siempre pendiente de que luzcas perfect@ (cuido y presumo de ti).
Cierra los ojos (sinceridad) para dar o recibir hasta el beso más casto (te adoro).
Se le encoge el estómago cuando coqueteas con otr@ o coquetean contigo (no quiero perderte).
Busca la manera de pedirte perdón (lo sé, soy un capullo; no quiero perderte) y no se rinde hasta que lo logra (y tampoco quiero dormir en el sofá esta noche).
Pese a que lo pones en su sitio (dos asientos más allá de la persona que ha motivado tu ataque de celos), lo perdonas (lo sé, eres un capullo; pero no quiero perderte).
Y sin darte cuenta, acabas entrelazando las manos en cualquier ocasión (compañer@ de vida).