Con igual asiduidad que los jueces acaban imputando a nuestros dirigentes en casos de corrupción, oigo a mi alrededor la expresión «con la cara paga». Es decir, si sólo juzgaramos la imagen, perderían la inocencia. Un caso muy evidente es el de Luis Bárcenas. El ex tesorero del PP aparece cada día (además de con sus greñas engominadas y esas patillas… ¡arghhhhh!) en los medios de comunicación con el mismo abrigo Chesterfield, un diseño inglés que han lucido en el cine gánsters como Al Capone. Normal, entonces, que ahora parte de la ciudadanía desee perfeccionar el atavío con una pulsera antifuga. En primavera, esperen un tiempo, sacará la gabardina del armario… Otra pieza icono de los espías y chicos malos de la gran pantalla. Una vez más, el vestido habla. BSO Bárcenas por Joaquín Reyes
Quizás su ídolo sea Al Capone y lo imite también en su indumentaria. O tal vez espere a las segundas rebajas para poder comprar otro abrigo.