El Instituto Metropolitano del Taxi de Barcelona (Imet) ha reformado el artículo del reglamento que regula la actividad de los taxistas en su vestimenta durante el trabajo. A partir de ahora, los conductores de taxi no podrán trabajar en bermudas, camisetas de tirantes, chándal, chancletas ni demás ropa deportiva. Una normativa que se ha tomado para mejorar la imagen del colectivo, obligados, muy probablemente, por una competencia como Cabify que sí cuida los detalles (no es lo mismo subir a un coche con un conductor que responde al «buenas tardes» con un berrido que mirar al frente y descubrir a un chófer ataviado impecablemente con un traje oscuro, camisa blanca almidonada, corbata bien anudada, zapato de cordón lustrado, que se dirige de usted, te pregunta si la música y la temperatura son las correctas y te indica que tienes agua y wifi disponible). SEGUIR LEYENDO