Suma y sigue. El primer minsitro italiano, Silvio Berlusconi ha vuelto a realizar un nuevo comentario machista (o imbécil). Esta vez, el ataque ha ido dirigido a Mercedes Bresso, candidata de izquierdas en las próximas elecciones regionales. “Saben por qué la señora Bresso está siempre de mal humor? Porque cuando se levanta y se mira al espejo para maquillarse puede verse a sí misma, lo que le amarga la jornada”, se atrevió a declarar Berlusconi en un mitin en Turín.
Lógicamente, el primer ministro ha obtenido respuesta de Bresso a través de declaraciones al diario La Repubblica. Según la candidata, ella está mejor conservada que él, incluso de lifting, y sobre el uso de maquillaje, asegura que casi no lo utiliza y que lo necesita “menos que Berlusconi.”
En defensa de la atacada ha salido Rossy Bindi, otra de las políticas que tuvo que aguantar las bromas sexistas del primer ministro –durante un programa de televisión, Berlusconi le dijo que era «más bella que inteligente», a lo que ella respondió: «Presidente, no soy una mujer a su disposición»- quien le ha regalado a Bresso un espejo como homenaje a su feminidad, coraje y sus competencias.
Moraleja: siempre habla quién no tiene que hablar (y quizá, ni existir).
Está claro que él no tiene espejos.