Las manifestaciones de indignados por casi 700 ciudades de todo el mundo son el germen de la nueva revolución. Como en todo buen cambio, las ropas también esperan su nueva era. Mientras la imagen del poder actual se muestra apolillada, mimetizada y vulgar; las masas que recorren hoy las calles demandando Democracia Real Ya lo hacen desde la diversidad. La diferencia se premiará por fin.