«No voy a ponerme de pie para demostrar orgullo por la bandera de un país que oprime a las personas de color», declaró el jugador de fútbol americano Colin Kaepernick el año pasado para justificar su decisión de escuchar el himno de EEUU con una rodilla hincada en el suelo -con una rodilla, porque arrodillarse con las dos significaría rendición o súplica. SEGUIR LEYENDO