Seguimos con los floripondios y a cual más raro. Hace un par de horas salía Mª Dolores de Cospedal con este tremendo bicho prendido en su chaqueta para explicar que el PP por fin se ha decidido a despedir a Sepúlveda, el ex de Ana Mato. Empiezo a pensar que las damas madrileñas ilustran con sus floripondios la penosa realidad del día a día -«quita, bicho». Por cierto, a mi el broche me parece una libélula. Si la de Ana Botella tenía forma de puñal, ésta se me antoja más como una libélula con sobrepeso pero tampoco lo tengo muy claro. ¿De dónde demonios sacarán estas cosas?
Debe de haber un familiar de alguien del PP que se dedica a hacerlos y los vende entre las féminas del PP, si no, no me explico. No conozco en Madrid ninguna tienda especializada en este tipo de artefactos, ¡ja, ja! ¡Ay que se me está ocurriendo una oportunidad empresarial, Patry!