(…) Respeto que a muchas personas no le agraden los perros (a mí tampoco me gustan la mayoría de las personas). Sé que hay muchos humanos que no recogen las heces de sus perros (no es culpa del can, el guarro es el amo), igual que hay tantísimos individuos que no recogen las toneladas de basura que generan la Noche de San Juan en la playa. Lo que me sorprende es que a una alcaldesa que se le supone de izquierdas y promulga el ecosocialismo no se le ocurra otra solución para organizar la convivencia entre unos y otros que puteando a nuestros amigos de cuatro patas. Supongo que Ada Colau no tiene perro que le ladre o le robe el corazón. Como ya advirtió Schopenhauer: «El que nunca ha tenido un perro ni sabe lo que es querer ni sabe lo que es que le quieran.» SEGUIR LEYENDO