Esta mujer se me antoja tan surrealista toda ella que me genera una especie de atracción; me pasaría horas observándola para tratar de comprender en qué demonios andará metida su psique. En fin, siguiendo la estrategia impuesta por el gobierno, Cristina Fernández de Kirchner atacó a los fondos buitre, negó la «default» y defendió a su ministro de economía. Y tanta es la sintonía de CFK con Axel Kicillof -según algunas lenguas, «el yogurín» de la presidenta-, que la presidenta, a la que jamás se le desarma un pelo de su larga melena rojiza, parecía emular las famosas patillas del joven. Además, aunque no abandonó el medio luto, esta vez predominó el blanco -angelical- en su atuendo. Eso sí, sus fastuosas joyas no se las quita nadie ni con agua caliente… ni siquiera una bandada de buitres…