El aún presidente del Principado de Asturias apura las horas para conseguir el apoyo que hace unos meses no logró. Como los días avanzan y las encuestas no traen nada bueno, el candidato de Foro parece haber echado mano del escudo preferido de Rick Santorum. Con un toque algo más hortera, el chaleco de punto con cuello pico adopta colores inverosímiles para un político y para cualquier persona con cierto criterio estilístico: rojo, amarillo y arena… Las piezas fetiche de los candidatos deberían llevar una nota de advertencia que dijera «pieza de ropa personal e intransferible.» El efecto jamás es el mismo.