Debo reconocer que esta mujer me carga (más, si cabe, que Susana Díaz), así que si se larga a Miami, más allá de lo surrealista que pueda resultar el destino para una socialista, bien está. Pero Carme Chacón no es de las que se van por la puerta de atrás y discretamente, no. A la catalana le agrada ser siempre el centro de atención, sea con pasitos hacia adelante o hacia atrás… Por eso, con el dramatismo histriónico que caracteriza cada una de sus comparecencias, celebró una rueda de prensa para anunciar su marcha. Ataviada con un vestido azul ajustado con cremallera central y su particular actitud de «no mebesoporquenollego», la criatura parecía dispuesta a buscar a Jacq’s. Y aunque yo ayer no se lo noté especialmente (hay días peores), Elena Blesa me comentaba, vía facebook, el horror que le supuso ver tatuado un antifaz blanco en el rostro de Chacón. En mi opinión, no es que se haya olvidado las gafas puestas al broncearse, tan solo intenta cubrir las ojeras con kilos de corrector.