Con una actualidad repleta de negatividad, teníamos unas ganas locas de que Carla Bruni nos obsequiara con la luz que emana. Fue ayer cuando la primera dama francesa, que no aparecía públicamente desde antes de dar a luz, se reunió junto a su marido para celebrar la fiesta de la Navidad en el Elíseo. Con un poncho camel, la melena suelta, apenas maquillaje y unos pantalones negros, Bruni -a diferencia de sus excompañeras modelos y de Soraya Sáenz de Santamaría- prefirió mostrar su imagen más maternal y no obsesionarse por presumir de figura tan solo dos meses después de dar a luz. Sin duda, fue ella la estrella de la jornada. Los niños invitados a la cita estaban entusiasmados con Bruni y era a ella a quien le pedían todos los autógrafos. Sarkozy se limitó a admirar el poder de su mujer.
¡Me encanta su look! Eso es tener clase vistiendo. ¡Feliz fin de semana!