Si las encuestas no se equivocan, mañana a estas horas Francia tendrá un nuevo presidente, el socialista François Hollande. Como mañana ya tendré que hablar de él y de su novia, hoy quiero rendirle un pequeño homenaje a la bella Carla Bruni. Aunque no esté en su mejor momento (ya sea por la maternidad, el agotamiento de la campaña o una estrategia electoral bastante rebuscada), es justo reconocer que la primera dama de Francia nos ha dejado un montón de buenos momentos. Desde el lila hasta las bailarinas, Carla Bruni quedará ya para siempre como una de las mejores first lady de todos los tiempos (le pese a quien le pese).
Nadie apostaba un duro por ella. Consciente de ello, así se presentó en su primera aparición oficial como primera dama de Francia en una visita a Inglaterra.
Pronto supimos que el color lila le iba a pertenecer. Y claro, se puso de moda.
Sus vestidos ajustados, siempre de firmas francesas, evidenciaban su espléndida figura.
Elegancia
Sofisticación
Y atrevimiento (¡¡¡no necesitaba sujetadores!!!)
Así que nadie podía resistirse a admirarla
Y aunque aún se duda del amor que siente por Nicolas Sarkozy
Creo que nadie es tan buena actriz
Aunque algunas veces sus muestras de cariño se pudieran antojar ridículas (para los envidiosos infelices).
Y aunque la última imagen que tenemos de ella sea esta de la noche del debate (cremallera...¡arghhh!)
Hasta el último momento ha estado apoyando a su marido y no ha utilizado, como era previsible, a su hija para intentar ganar las elecciones.
Michelle tiene la fuerza; Kate Middleton, la simpatía; pero Carla Bruni ha sido la primera dama que el mundo reclamaba desde hacía tiempo. Merci!
¡A esta Carla Bruni es a la que yo echaba de menos! Menudo estilazo nos ha dejado en el recuerdo. ¡Bravo por ella!