La primera dama francesa sigue apoyando a su esposo en la carrera a las presidenciales francesas. La pasada noche, la pareja fue entrevistada en un canal galo y, para la ocasión, volvió a apostar por el look informal que la acompaña desde que diera a luz a Giulia. La apariencia desaguisada que ofrece la ex modelo también es fruto de los «10 kilos» que ha confesado ganar con el embarazo y la lactancia. Además, Bruni reconoció que su labor como primera dama no le ha resultado «en absoluto difícil porque está constantemente apoyada y aconsejada. Y aunque ha cometido muchos errores, advierte, se ha «salvado de la quema» porque presta mucha atención.
Esos diez kilitos no me parecen óbice para arreglarse y vestirse mona. De todos modos, ¡está perfecta de peso! Qué haríamos el resto de las mortales con medidas normales si no… ¡Besos!