Capriles no ganará estas elecciones. No sólo porque el juego está bastante amañado, también por la errónea estrategia indumentaria empleada para batallar contra la revolución bolivariana. El candidato de la oposición pretende dejar en evidencia el populismo de sus adversarios (antes, Chávez y hoy, Maduro) adoptando sus atavíos más chillones. Incluso, me sugieren, que espera arrancar unos cuantos apoyos confundiendo a los votantes con su disfraz. Pero la gorra, el chándal de táctel, la camisa roja… le acaban restando cualquier atisbo de valía, honradez, fidelidad, dignidad, seguridad y seriedad a la causa. La desesperación es mala consejera.
Más que el juego amañado, probablemente sea el legado social de Chávez lo que haga ganar a Maduro. Capriles además de carecer de valía como bien dices, lo que tiene es muy mal perder…