Coinciden los analistas políticos en describir esta campaña como la de las emociones. Lo dicen en sentido peyorativo. Y no solo porque la hayamos padecido en Semana Santa (en tiempos de fe y penitencia), no. Ese tono de denuncia y pesar viene dado porque socialmente conferimos mayor rigor a la razón que a los sentimientos y debido a que a alguien se le antojó asociar maliciosamente emoción -cualquier emoción- con populismo. SEGUIR LEYENDO