A los dos se les conoce por sus nombres de pila y se sabe cuál es su medio de transporte favorito (las bicis Boris y el metro de Ken El Rojo) y todo lo demás son diferencias. El periodista y político conservador Boris Johnson, pese al trato sexista que dispone a sus colegas, cuenta con el apoyo mayoritario del voto femenino. Sus líos de faldas y una adicción al sexo confesa tampoco impiden que su despeinada melena rubia, sus camisas desabrochadas y sus ojos azules lo hagan poseedor de un estilo -más propio para un surfista que para un político- y una autenticidad muy valorada por la singularidad de los ingleses. Pero gracias a este look desordenado que se procura, consigue muchas veces ser infravalorado por sus interlocutores para luego atacar con mano firme.
Boris llegó al poder después de derrotar al ex alcalde de Londres, Ken El Rojo. A sus 66 años, el laborista siempre ha sido protagonista de estampas curiosas. La última fue un «topless» con tirantes mientras limpiaba su casa. Pero sus chaquetas safari, sus melenas y sus zapatos azules, a diferencia de su rival, pasaron a mejor vida cuando llegó a la alcaldía: «En esos ocho años me vestí de manera más formal que en cualquier otro momento de mi vida, pero yo sabía que tenía que buscar un consenso estilístico para poder ser tomado en serio». Tanto cree en la imagen clásica del político occidental que ya ha advertido que Boris no debe ganar las elecciones porque, vestido con su traje desabrochado y las manos en los bolsillos, no representará una buena imagen de la ciudad en la ceremonia de los JJOO.
No sabía que en Londres había políticos tan fashion y con esos looks tan poco convencionales.
Cuánto aprendo aquí!!!!