Si en la práctica totalidad de las bodas se suele evocar el «como manda la tradición», en el caso de la del vicepresidente boliviano, Álvaro García Linera, habría que invocar a «como manda Evo Morales». La boda fue oficiada en el templo de Kalasasaya por los aimaras de Tiahuanaco, García Linera vistió un traje oscuro de paño, muy similar al que suele vestir el presidente Morales, compuesto por pantalón y una chaqueta adornada con tiras de «aguayo» y motivos andinos. La novia lució un precioso vestido blanco y largo, tejido en lana de baby alpaca y diseñado por el francés Jean François García, que se inspiró en los trajes de las antiguas reinas incas.
Es la primera vez que una pareja no indígena se casa en medio de esas ruinas, que son el principal centro arqueológico del país, a 71 kilómetros de La Paz, con centenares de invitados, entre ellos, Evo Morales .
Una pareja atractiva y la boda muy original. Patricia,las periodistas estáis de moda !!!