Hombre, si por mí fuera, alguno, sólo por las pintas, acababa en el trullo 😉
Totalmente de acuerdo. Prisión como pena para algunos estilismos.
Increíble lo de la corbata. ¡Estás atenta a todo! Eso sí, corbatas de topitos mejor quedaos en el armario.
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Uy, había leído mal y había entendido que ingresaba en prisión «por» una corbata como la del presi… jajaja