El ministro de fomento sigue sin sentirse seguro sin sus gafas de cristal grueso. Si en mayo del pasado año nos enterábamos de que Pepiño Blanco se había sometido a una operación para reducir su miopía, hasta ahora aún no se había atrevido a deshacerse de sus lentes en actos oficiales. Y aunque la pasada semana durante una rueda de prensa y hoy en la convención autonómica del PSOE prescindiera de las lentes, cuesta acostumbrarse a su nueva imagen.