Barcelona prohíbe el desnudo

El alcalde de Barcelona, Jordi Hereu (PSC), ha hecho frente común con CiU y PPC para poder multar a quién se pasee desnudo o semidesnudo en espacios públicos. Las sanciones por incumplir con una vestimenta calificada como “decente” oscilarán entre 120 y 500 euros. No es por nada, pero el uniforme de político de alguno de ellos también ofende.

El consistorio de la Ciudad Condal ha decidió prohibir «ir desnudo o casi desnudo por espacios públicos», exceptuando piscinas, playas, paseos marítimos o «calles inmediatamente contiguas a playas». La polémica medida permitirá a los agentes de la Guàrdia Urbana «recordar en primer lugar a los infractores que su conducta está prohibida» y sólo si no se atiende a los agentes, estos podrán imponer una multa. Las sanciones oscilarán entre 120 y 500 euros.

Esta modificación de la ordenanza se basa en el «derecho de las personas a no sufrir molestias como consecuencia de la falta de respeto a las pautas mínimas generalmente admitidas por la forma de vestir» en el espacio público. Lo que se prohíbe, pues, es ir desnudo o sólo con bañador o bikini, una práctica que desde el Gremi d’Hotels hace tiempo que se advierte que perjudica a la imagen de la ciudad. Si bien el PP hizo bandera de la necesidad de prohibir esta práctica, y CiU siempre lo apoyó, ICV lo rechaza.

Los socios de Hereu en el Gobierno municipal -que votaron en contra de la propia ordenanza del civismo-se volvieron a desmarcar ayer del alcalde. Su líder y segundo teniente de alcalde, Ricard Gomà, calificó la medida de «ridícula» porque establece «una línea divisoria absolutamente subjetiva y basada en juicios» sobre qué es decente. Gomà acusó a Hereu de situarse «en la dinámica y la lógica de la derecha».

Pero la iniciativa del Ajuntament de Barcelona no es nueva. Salou aprobó el verano pasado una ordenanza de civismo y convivencia ciudadana que prohíbe ir por la calle sin camiseta o en bañador. La normativa -que contempla multas que van de los 100 a los 300 euros nació con la voluntad de erradicar la imagen de “turismo low cost” asociada desde hace unos años al municipio, y contó con una campaña inicial informativa.

150 150 Patrycia Centeno