Me da la sensación de que Javier Arenas es de aquellos caballeros que aún consideran elegante pellizcar sus pantalones a la altura de la rodilla para subirlos antes de sentarse o dar un paso largo. Lo que está claro es que el candidato popular a presidir Andalucía ha vendido la marca Arenas por todas partes. Este último fin de semana de campaña, fuera en pantalón o jersey, presumía de color. Por otra parte, empiezo a estar un poco hastiada del jugador de polo en el pecho. Sean socialistas o populares, parece que no exista otra marca. ¡Qué falta de imaginación!