Es llegar al poder y todos quieren quitárselas de encima. Atribuidas a los estudiosos, cultos e ilustrados, parece que a los políticos actuales no les haga mucha gracia eso de que los tachen de cuatro ojos. Por eso, Ana Botella abandonó su reino -la alcaldía de Madrid- el lunes por la tarde para operarse de la vista en Oviedo. El oftalmólogo que la intervino es el mismo que en su día operó al rey o a Jose Blanco. En 2007, también nos enteramos, después de que pusiera remedio, de que José Luis Rodríguez Zapatero era miope. En cambio, sobre el ex alcalde de Madrid y actual ministro de Justicia se rumorea que aunque está operado de la vista, prefiere mantener los anteojos para preservar su toque intelectualoide.