Hacía días que esperaba el nuevo número de Telva para contar el número de estilismos al que la alcaldesa de Madrid se había sometido durante la entrevista que le realizó la revista femenina. Son tres pero como suele ser costumbre los créditos de la ropa y joyas no aparecen en ningún lugar (por lo menos en la versión Orbyt). Tan solo una nota para el maquillaje y la peluquería a cargo de Manu Moreno de Cool para Helena Rubinstein y Redken. Se conoce que la jefa de prensa de Ana Botella iba loca intentando aclarar que tan sofisticado posado ya se había realizado unos días antes del trágico episodio del Madrid Arena. Yo, como siempre, insisto en que este tipo de apariciones nunca son acertadas para una mandataria (ni un mandatario, pero ellos es que ya no se prestan al juego). Después se quejarán de que la opinión pública critique sus vestidos y no se centre en sus medidas políticas.
El foto shop es evidente y total. A Botella siempre le gustó estar en primera línea.