El presidente estadounidense declaró tras su visita al Vaticano que el papa le había conmovido con sus reflexiones. Pero más que emocionar lo que quedó reflejado en las imágenes tomadas, y en sus carcajadas, es que los dos mandatarios se caen bien. Nada que ver con el tenso clima que marcó la reunión entre Francisco y François Hollande hace unas semanas, tras el escándalo por el affair del presidente galo.
No sé lo que les debía hacer tanta gracia, pero se tronchaban de risa.
Ojo a esta instantánea y la siguiente. Mientras Barack Obama mantiene sus manos en su regazo sin invadir el escritorio de Francisco, Hollande grabó sus huellas sobre la mesa. El ambiente era tan tenso durante el encuentro con el presidente galo que los nervios traicionaron al socialista francés y olvidó una regla de oro en diplomacia: nunca tocar las herramientas de trabajo del otro (por lo menos, no cuando te vean).
Esas manos… Venga, dejando las huellas del delito.
Yo pensaba que el Bello George había desaparecido junto al papa Benedicto XVI. Me alegra que no sea así y que se deje ver más a menudo.
Oh…. Il bello Giorgio sigue vivo…. :)_
Me has alegrado el día, Patry! 🙂