Hace unas semanas en un debate televisivo, mientras tratábamos la imagen de Alicia Sánchez Camacho, se me escapó y solté que una cosa era procurar no envejecer y otra era convertirse en la versión catalana de Ana Obregón. Las carcajadas de los cámaras pararon un segundo la grabación y en el descanso se me acercaron para expresarme su conformidad con mi opinión. Y ayer mi madre me saca de mi letargo anímico para que viera la sesión de control en el Parlament de Catalunya y, en especia,l el modelito butifarra de la líder del PPC. Si se oprime más, ¿dejará de respirar?
PD. Ahora se vuelven a llevar las fajas… No sé si la lleva pero quizá con la faja y un vestido de su talla empezamos a solucionar parte del problema.
…Y cuando se sentó le estalló el vestido????????