Creo que para cualquier mente viva resulta evidente que cuando a uno -o a la organización a la que uno representa- se le está investigando por un posible delito, no es lo más conveniente lucir ninguna prenda que invite o recuerde al estampado penitenciario. Pero pese a esta deducción estilística que se nos puede antojar lógica, aún suceden casos como el del secretario provisional de UGT Andalucía, Manuel Ferrer, que se presentó ayer en rueda de prensa con jersey de rayas negras y grises. He estado revisando su atavío antes de que tomara protagonismo y no he encontrado ninguna instantánea en la que aparezca con esta misma prenda. Es decir, públicamente, Ferrer jamás se puso antes este mismo suéter.