Escocia dice «no». El Parlament de Catalunya aprueba la consulta. Y dentro de nada, el gobierno español rechazará el referéndum. Y entre tanto ruido diplomático, echo mano del atavío de los parlantes para enterarme de algo y no acabar loca.
Ayer era una cita histórica para ERC. Sin embargo, una vez más Oriol Junqueras no tuvo tiempo de encontrar una camisa de sus talla. Y aunque le conviene no llevar corbata (no recomendada para papadas prominentes), quizá es excesivo el desabroche de su camisa (solo le faltan unas cadenas de oro y el palillo): un ligero y fino fular o un pañuelo corto de caballero podrían ayudarle.
Cuando ayer, tras la victoria del «no, «Alex Salmond hizo pública su renuncia apareció con una corbata de dibujo muy parecido a las que suele llevar Artur Mas. De hecho, llevo días pensando que este tipo de lazos con figuras geométricas variadas no es lo más conveniente cuando el discurso verbal que acompaña es tan denso. Mucho mejor simplificar la pesadez del mensaje con corbatas lisas y de tonalidades suaves o alegres (según el objetivo).
Que quizás a la vicepresidenta del govern de la Generalitat le dolía la garganta (los cambios de tiempo son muy malos), pero cuando un orador se cubre el cuello….
aquello que está diciendo o callando no es de su agrado.
Obviamente, todo el mundo sabe que Alicia Sánchez Camacho está absolutamente en contra de la consulta. Y es más, su postura o más bien «su vestido plasticuero busco a jacq’s» era ayer de lo menos conciliadora… Solo le faltaba un látigo para someter a las fieras.
Muy bueno, lo de la señora diputada Sánchez Camacho.