Pasado el efecto Ignacio González, Rajoy viene a antojarse como lo que es. Porque gracias a la visita del presidente mexicano a Madrid aprovecho para hablar de un aspecto del jefe de gobierno español que me cabrea mucho: asumo que Rajoy no sea un gentleman vistiendo pero por lo menos debería aprender buenas maneras. Jamás he visto un gesto caballeroso por parte de nuestro presidente ni ante su mujer -en vez de ofrecerle el paso a la salida del avión, siempre pasa él antes-, ni ante Merkel -la canciller ya ha aprendido y acaba siempre sirviéndose ella misma el café- ni con las convidadas -hoy ha tenido que ser Peña Nieto el que invitara a su esposa a pasar a la Moncloa. Supongo que el defecto se debe a su timidez pero estoy algo cansada de que siempre que se critique al presidente se acabe recurriendo a la misma excusa.
PD. «A las mujeres no se os entiende… Queréis ser iguales pero para lo que os conviene que os traten diferente.» Pues sí.
El vestido de la próxima primera dama de México, fatal,..es más, la expresión de ella es de incomodidad, y bueno, Rajoy demasiado «fachoso», ese hombre no sabe portar un traje, véase la comparación,…entre uno y otro,..entre Rajoy y Peña Nieto,..aunque el primero ya ejerce de Jefe de Estado, no lo siente, no porta la representación,..