Los teletubbies

En plan teletubbies; para cada candidato, un color de corbata debidamente relacionado con la ideología que postulan. Gordon Brown prefirió subir la tonalidad colorada y le incorporó un pequeño estampado. David Cameron cambió el azul (tan conservador) por el lila (algo más flexible con la intención de competir con el anterior ganador del primer debate) y Nick Clegg, dado los buenos resultados obtenidos, apostó por la misma corbata amarilla.

En el segundo debate televisado de los principales candidatos en la batalla por el número 10 de Downing Street, laboristas, conservadores y liberal-demócratas coincidieron en el traje oscuro (Clegg dejó colgado el traje gris claro que le valió la victoria en el primer asalto). Pero, mientras Cameron y Clegg apostaron por la camisa blanca, Brown combinó su corbata (parecía que la hubiera rescatado de alguna caja de recuerdos almacenada en un viejo desván) con una de color azul (nada recomendada para televisión y menos para una persona con el pelo canoso y el rostro tan fatigado) que le ofrecía un aspecto de suciedad nada conveniente.

Conocida su poca telegenia, el rostro del actual primer ministro inglés era excesivamente serio. Su imagen es su talón de Aquiles –su repetida aparición en la lista de los peores vestidos lo atestigua- pero Brown sabe que, delante de dos jóvenes contrincantes, él puede convencer con el factor de la madurez. Ni Cameron ni Clegg cuentan con  una sola cana –por lo menos apreciable- y eso le dio alas al líder laborista para referirse a ellos con un “me recuerdan a mis hijos”.

Tanto Brown como Cameron acudieron al encuentro acompañados de sus esposas. No fue el caso de Clegg ya que su mujer (española, por cierto) debido a sus obligaciones laborales sólo puede apoyarlo durante el fin de semana. Pero la falta de cariño no impidió que Clegg se mostrara seguro y sereno. Con poses que adivinaban su capacidad de escucha, el liberal- demócrata apostó nuevamente por la sinceridad, tanto en el mensaje (“seamos claros”, repetía) como en las formas (siempre mirando a los ojos de sus interlocutores).

Aunque la mayoría de encuestas y medios de comunicación han dado como ganador a Cameron, está claro que la corbata amarilla de Clegg ha aterrizado en estas elecciones como el elemento capaz de tambalear el bipartidismo británico. Algunos lo comparan ya con Obama, por lo del cambio.

¿Quién es para vosotros el ganador en cuestión de imagen?

150 150 Patrycia Centeno