¿Por qué es importante la imagen de un político? Porque nos advierte del tipo de dirigente que tenemos delante. La sosería de Mariano Rajoy y José Luis Rodríguez Zapatero adivinaban de su mediocridad como mandatarios (vamos, me parece de juzgado de guardia que el jefe de gobierno salga corriendo cuando un periodista le demanda un mensaje para tranquilizar a la ciudadanía). La ausencia de estilo significa falta de personalidad y eso siempre (en política o fuera de ella) supone una amenaza. Que nos agrade o no el atuendo o la estética del candidato es una cuestión de gustos (como cuando nos identificamos con una ideología), pero que un político se defina debería estar obligado. Esperanza Aguirre, como en su reunión de hoy con el presidente español, lo suele hacer.
Aguirre parece haber aprovechado los días de descanso para aclararse un pelín el tono de cabello. La dama de hierro española suaviza así sus duras facciones.