Republicanos y demócratas siguen recaudando dinero para la que se cree que será la campaña más cara de la historia. Por eso, ninguna iniciativa está de más. Anna Wintour, la titiritera de la moda y directora de Vogue USA, ha reunido a un nutrido y famoso grupo de 22 diseñadores (entre ellos, Tracy Reese, Narciso Rodríguez, Diane von Furstenberg, Alexander Wang o Jason Wu) para que creen prendas informales (casi todas, deportivas) cuya venta se destinará a financiar la candidatura de Barack Obama.
Pero obviamente, la ideología de las empresas en las que trabajan estos creadores ha supuesto más que un quebradero de cabeza para Wintour. Según reveló el Women’s Wear Daily, en principio la casa LVMH dudó sobre si debería permitir a sus diseñadores participar en esa campaña de apoyo a los Obama. Al fin y al cabo, muchos de los clientes de sus marcas, como Louis Vuitton, Fendi, Givenchy o Bulgari, son republicanos. Finalmente, permitió a su afiliado Marc Jacobs tomar parte en la iniciativa. Donna Karan, cuya marca pertenece también a LVMH, declinó participar, aunque sí lo hizo en Runway to Change en 2008.
Esta plataforma recibe el nombre de Runway to Win (Pasarela a la Victoria) y en su página web se podrán adquirir los productos. El proyecto es la continuación de Runway to Change (Pasarela al cambio) que se realizó en 2008.