La presidenta brasileña se ha tomado unos días de descanso. Para sus vacaciones, ha decidido adaptar la residencia donde se alojará durante dos semanas. El coste de la remodelación que Dilma Rousseff ha creído conveniente para su comodidad le ha ocasionado un gasto al Estado de 270.000 euros. ¿En qué ha invertido tal fastuosa cantidad de dinero? Entre la lista de imprescindibles, destacan un espejo de 2.500 euros, seis neveras, ocho televisiones de 32 y 40 pulgadas, siete DVD, un Blu-Ray, un ordenador… Pero lo más curioso, unas cortinas por 15.000 euros. Y después se las dará de progre…