Como al presidente venezolano, Hugo Chávez, a Lula de Silva el cáncer le ha obligado a afeitarse el pelo, pero también la barba. Adelantándose a los efectos de la quimioterapia por el cáncer de laringe que padece, su mujer ha sido la encargada de acabar con la mítica barba del expresidente brasileño y que lucía desde los años setenta cuando empezó su actividad sindical. Eso sí, el bigote y la sonrisa permanecen. Buena señal.