Patrycia Centeno
Hace solo dos días tuve la esperanza de que el rumor sobre la dimisión de este hombre fuera por fin cierto. Desgraciadamente no hubo suerte y el primer ministro italiano comenzaba ayer la Cumbre europea que se celebraba en París mirándole el culo a su homóloga danesa. Tras saludar con un apretón de manos y una reverencia a Helle Thorning-Schmidt –apodada Gucci Helle-, Berlusconi se giró sin disimulo alguno para observar su retaguardia. Este tío es un cerdo.
Lo siento, no puedo con Berlusconi. Es superior a mí. Los hombres de mi familia también me aseguran que es un comportamiento masculino de lo más normal y necesario para que el mundo sea mundo. De todos modos, prefiero seguir pensando que aún queda por ahí perdido algún caballero. Obama, para mí, lo es. La foto aquella no era tal (vamos, Michelle no se lo hubiera permitido jamás). A los pocos días, el vídeo de la instantánea demostró que Obama no estaba mirando el trasero de la asistente de Lula, estaba pendiente de ayudar a una joven a bajar un escalón. http://www.youtube.com/watch?v=LEAZzPLsYmk
Cierto, Obama ayudaba a bajar un escalón a una joven, pero también y de paso la miradita al culo sí que la hizo. Y no digamos Sarkozy. No les recrimino nada, el hombre es como es. Hay un instinto animal básico. No olvidemos que somos animales, supuestamente racionales, pero animales al fin y al cabo. También Camerón le echó un «vistazo» al culo de Bruni. Es evidente que lo de Berlusconi, no tiene pase pero no por la miradita al trasero sino por lo que lleva detrás el hombre con una actitud machista y patética. Por otro lado, caballeros los hay, pero quizás no los caballeros ideales. !Uf! La cantidad de hombres que pasan por caballeros y luego en sus «vidas privadas» son lo peor de lo peor.
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Bueno, es cierto que todos sabemos que il cavalieri es como es, un «viejo verde» y un impresentable, sin embargo, en esta imagen no me parece que haga algo exagerado. Lo que pasa es que la «fama» que lleva encima se la ha ganado a pulso. Recordemos recientes imágenes de Obama, de Cameron ( fijándose en el culo de la Bruni) o de Sarkozy mirando el trasero de una mujer y nadie puso el grito en el cielo.
Por otro lado a mi Helle, la danesa, no me pone nada, pero nada. Me parece demasiado fría, demasiado «maniquí.» Se guapa es una cosa y resultar atractiva otra muy diferente.