Tras unos meses en que los indignados de su país no le han permitido presumir de armario, Rania de Jordania ha vuelto a las andadas nada más pisar suelo extranjero. Durante su visita a Oslo como miembro de la directiva de la Fundación de la ONU, la reina llamó la atención por su traje chaqueta azul marino y un precioso vestido blanco ajustado a la cintura. Atuendos que distan muchos de los trajes tradicionales que durante este tiempo convulso ha lucido en su país.