Los más de cuatro millones de parados me han atragantado el desayuno de esta mañana. Con tal panorama y ante las próximas elecciones al parlamento europeo, el Partido Popular ha repetido la imagen del gobierno constituido por José María Aznar en 1996 que sacó a España de la crisis. Las diferencias, les advierto, son más de siete. Por cierto, ¿cuándo van a convocar los sindicatos una huelga? No quiero pensar que en época de socialismo esté prohibido tal derecho. (Banda sonora recomendad para este artículo http://www.youtube.com/watch?v=Ka-lqeGZYOw)
Pese a dos ausencias, la de la fallecida Loyola de Palacio y la de Javier Arenas –acudió a la sesión de investidura del nuevo Presidente de Andalucía, José Antonio Griñán-, la foto del primer gobierno constituido por José María Aznar en 1996 se repitió esta semana 13 años después. Reunidos por Mayor Oreja con la idea de vender ante las próximas elecciones al parlamento europeo la idea de que el gobierno popular nos sacó de la crisis de los 90, las diferencias entre ambas instantáneas son notables.
“Tenía barba negra, larga melena y cara de felicidad”, advertía el ahora líder teórico del PP, Mariano Rajoy. En efecto, el estilismo –a causa de las modas que a los políticos también les afecta- y la estética ha variado en estos trece años en cada uno de los componentes del posado. Pero sin duda, a quien más ha afectado el paso del tiempo y su pseudo retirada política es al aún líder mediático del PP y expresidente del Gobierno, José María Aznar.
Aznar se desmelena
Desde que en 2004 dejara el liderazgo de su partido en manos de Mariano Rajoy, tras ocho años de gobierno popular, Aznar ha ido poco a poco destapando su verdadero yo. A parte de sus escasas pero polémicas declaraciones, se ha dejado melena –“le gusta a Ana (su mujer)”, ha confesado- y ha optado por dejarse una leve nube de bigote –en ocasiones, parece una mancha. Un estilismo alejado al que ofrecía en 1996 cuando su imagen era exageradamente estructurada. Pero de hecho, esa imagen tan estructurada le sirvió para gobernar. Aznar creó un personaje y todos –compartiéramos su ideario, o no- creímos en él.
De todos modos, a una nunca se le escapó que el popular, incluso en sus ocho años de gobierno, siempre lució bajo a su americana unas pulseras de hilo y cuero. Algo ocultaba…