Los gobiernos europeos también instruyeron a la ciudadanía en su día ante la epidemia por tuberculosis haciendo que las personas dejaran de escupir y pasaran a sonarse en un pañuelo de tela y se lo guardaran. El gesto lo mantenemos desde entonces. Quién sabe si el coronavirus marcará el antes y el después del comportamiento no verbal social en general y el saludo en particular. SEGUIR LEYENDO