Tardamos entre 20 segundos y 4 minutos en juzgar a una persona que acabamos de conocer y con la que no hace falta ni que hayamos intercambiado palabra alguna. Y en general, juzgamos por las apariencias. De la información que nos llega del mundo, un 87% es visual. Mientras se acerca, quizá la distancia aún no nos haya permitido reconocer sus expresiones faciales, pero su estética (ropa, pelo, accesorios…) ya nos aporta muchísima información (hombre o mujer, clase social, estado civil, profesión, gustos musicales, ideológicos, procedencia geográfica…). SEGUIR LEYENDO