La unidad que Podemos se vio ayer obligado a escenificar entre Pablo Iglesias e Íñigo Errejón, después de que se filtrara un documento de Carolina Bescansa en el que se proponía a este último derrocar al secretario general, fue tan torpe (poco creíble) como la de la disculpa pública no verbal de Letizia a la reina Sofía. SEGUIR LEYENDO