Año 1960. Primer debate televisado. Nixon rechaza los retoques de la maquilladora por considerarlo «una mariconada». Jackie Kennedy sonríe satisfecha: el presidente de los EEUU acaba de picar el anzuelo. Mientras, la mejor asesora de John F. Kennedy y futura primera dama le indica a la esteticista cómo perfeccionar el rostro bronceado de su atractivo marido para las cámaras. El resto -no fumo, pero imagínenme inclinando la cabeza hacia atrás y echando una honda bocanada de humo hacia el techo-, historia. SEGUIR LEYENDO