Análisis no verbal (y muy rápido) del encuentro entre Barack Obama y Donald Trump en la Casa Blanca. Ahí va lo que he captado 😉
Tierra, trágame No era una situación nada cómoda para Donald Trump. Obama aún juega en casa. El magnate ha contraído su gran cuerpo (cuando nos sentimos poderosos y confiados, nuestros cuerpo se expande) en casi todo el encuentro: espalda encogida (no, no era la silla que fuera estrecha. Los reposabrazos no están en los hombros). Este gesto lo hacemos cuando nos sentimos amenazados y deseamos volvernos chiquititos o desaparecer.
No me gustas ni tú ni tus ideas Mientras Trump mantenía el gesto del campanar (convencimiento), Obama entrelazaba sus dedos (no voy a ceder). Además, en ambos el gesto indicaba hacia abajo (malestar con las ideas-sentimientos del otro, incomodidad). Cubrirse las partes, parte vulnerable masculina, miedo al otro.
Frustración El gesto del campanar de Trump cambia cuando Obama toma el control de los periodistas. Trump medio sonríe pero aprieta el puño contra su otra mano (frustración/rabia).
Testosterona Hasta la fecha, Barack Obama sólo ha utilizado posiciones de empoderamiento masculino ante Putin. Hoy, para su cara a cara con Donald Trump, también se ha valido de ellas. Sentado con las piernas abiertas (siempre las cruza = sofisticación), mano en la cadera (aumento mi figura= aumento mi poder) y barbilla levantada (estoy por encima) y golpe en el brazo de Trump (oye, tío, te estoy hablando). Aunque no soy nada partidaria de este tipo de actitudes alfas, entiendo que el presidente saliente deseara frenar la soberbia y no sentirse inferior ni mostrarse débil ante el lenguaje corporal agresivo que ha caracterizado al magnate durante toda la campaña.
No aguanta la mirada Escaso contacto visual entre ambos (es evidente que no hay sintonía entre ellos) pero cuando Obama le ha deseado «éxito» y le ha estrechado la mano, Trump ha verbalizado un «gracias» pero ha sido incapaz de aguantarle la mirada y se le ha dibujado la sonrisa hacia abajo (gesto de Bulldog=sentimientos negativos). La cara de Obama esperando que su sucesor le mirara a los ojos es un auténtico poema.
Y las manos… En este mismo saludo, la mano izquierda (la de las emociones) de Obama está totalmente tensa (disgusto) y la de Trump se esconde y huye del presiente (no quiero saludarte, desearte salud).
Tengo negocios que atender, ¿sabes? Las reuniones diplomáticas no serán del gusto del presidente electo. Trump ha recordado, delante de toda la prensa, que la reunión tenía que haber durado 15 minutos pero que se había alargado. Ningún gesto de simpatía (en plan, «qué agradable e interesante charlar con el presidente»), sólo los brazos abiertos marcando lo extenso que se le había hecho (=gran pérdida de tiempo). #meríopornollorar
El doble Ok de Trump para las dificultades Durante la interminable charla, según Trump, el presidente Obama le ha planteado cuestiones «maravillosas» (muestra las palmas de las manos= bien recibidas) y otras «dificultades» (momento en que hace su característico gesto de doble: «esto lo resuelvo yo a mi manera y saldrá bien»).
#nastyTrump Donald Trump jamás se abrocha la americana cuando debe (de pie), pues hoy al sentarse (cuando se debe desabrochar) va y se la deja abrochada. Su sempiterna corbata roja satinada de tejido inflamable de los chinos sobresalía por la chaqueta, el cinturón y la silla. Terrible.
Equipo-corazón Obama se lleva la mano al corazón (lo siente de verdad) al declarar: «Me ha alentado que el presidente electo haya dicho que quiere trabajar con mi equipo». Es un bonito gesto porque demuestra que existe una vinculación emocional y sincera con la gente que ha estado colaborando durante estos ocho años con él.
Michelle y Melania Mientras, Michelle Obama (con un vertiginoso tacón de aguja y no el medio tacón que acostumbra a lucir) intentaba hacerle entender a Melania Trump que si no se hubiera pasado con el bótox aún gozaría de cierta expresión facial («ves, así»)…. Y el resto de lo que hayan podido verbalizar me lo imagino como en este genial tuit (esperemos que también copie la labor de la mejor primera dama de los EEUU).
Michelle Obama & Melania Trump meeting: *shaking hands* Michelle: Hi, I’m Michelle. Melania: Hi, I’m Michelle. — joey (@newportdaddy) 10 de noviembre de 2016